domingo, 20 de noviembre de 2011

MENDIGO

Música para oiir en una pestaña nueva. 
 https://www.youtube.com/watch?v=RuFFit7Ng6s#t=0

A ese hombre tendido,
que se cobija del frío,
que duerme solo en 
el suelo, que siempre
está sin amigos,
que anciano pasa
las noches, y nadie
comparte su vino.
A mi no me pase
tal cosa, que no soy 
descuidado, que tengo
posibles, educación,
que me he preparado.
¿No tuviste tiempo,
acaso no fuiste niño,
no corriste las calles
con otros niños,
no jugaste las fiestas,
no te cuidaron tus padres,
lloraste abrazado al 
amor de tu madre,
tuviste carencias,
no creciste con mimo? 
¿Cómo no te salvaste,
qué compañías,
por qué no seguiste 
consejos, qué mal
camino tomaste,
tal vez ser mendigo 
te guste, qué delirio 
presente es el que 
gobierna tu mente?
Mas cuantas preguntas,
si no le conozco,
si paso a su lado,
no es mi familia,
ni aunque lo fuera,
que no miro, que  
sigo de frente, que no 
me concierne, que es
extraterrestre, que hay
muchos como él, que
no quieren, les gusta
vivir como viven, o no
aceptan injerencias,
ya hay beneficencia.
Venid a mí las razones,
ocupad asiento,
todas me liberan,
qué más da, qué le
va a importar a nadie;
uno de tantos inviernos,
dos hombres se han
cruzado, uno es como es, 
y a mi nadie me ve;
hago como otros, 
quién reparará en ello.
No me persigan
remordimientos,
será fácil quitarlos,
a qué viene tanto
interés, sea más
fácil pedir por él,
a una entelequia,
o rezar una letanía
de las que atienden
lamentos, de las que 
exoneran al que pide,
mientras al otro
le tumba el viento.
Apáguese la luz,
durmamos bien los 
dos,  el mundo sigue,
que no está muerto,
celebremos que de dos, 
sólo uno es mendigo,
y no soy yo;
que la vida pasa,
que no es eternidad,
ni los males duran,
ninguna calamidad.
Pero no puedo dormir
y estar a lo que pienso,
la duda me atormenta,
que no le pregunté,
y no quise saber;
mas si puedo 
decirlo en sueños,
sabría él lo que quiero:
que anciano a mí,
cuando lo pida a él, 
la muerte nos lleve, 
le salve algún cielo, 
pueda compensarle, 
sin acompañarle,
y sea mi porvenir
siempre sueño,
que no necesito cielos,
que si me olvido de 
lo que sé,  ya viví 
uno de ellos.