sábado, 1 de septiembre de 2012

ABUELOS

Música para oir en una pestalña nueva / new tab
http://www.youtube.com/watch?v=XVUPuYt0hpI#t=0m3s


Caminante soy que nunca
llega,  que le  pierden los 
caminos, por los rayos del
sol que ciegan  y queman
los sentidos, por el aire y el
polvo que ahogan, y borran
los destinos, por los pueblos
y gentes que lloran, al borde
del camino.
Y allí por donde viajo,  me
persiguen las miradas, las
penas  o denuedos,  la música de
fiestas o los sentidos silencios;
que de todo hay, que parece 
mandamiento,  que por cada
sitio que paso, se me aparece
lo mismo, aquí y  allá, fuera o
dentro, en el constante volver
al inicio, a los temblorosos ojos 
del todo está repetido.

Una abuela se deja ver,
la veo y distrae,  como 
tantas que llenan casas,
calles y plazas, que otras
son en cambio atendidas,
impedidas, y a su manera, 
cada una espera, por ver 
si el tiempo aligera, si se 
acuerda de ellas, o si la
vida pasa, sin entrar a casa.
Y hay otras, pero es de ésta
que os hablo, que en la 
mañana despierta, espera
a su hija, que puntual llega
y traspasa la puerta, empuja
el asa del cochecito que
arrastra, y con la prisa lo
suelta, en la excusa que da 
el trabajo, al que tarde llega.
Y al momento, dos rubicundos
gemelos se quedan dentro,
y en la estancia se apodera
la fragancia de sentirse 
próximo y extraño, que
sentados todavía, lo miran
todo, y ya planean en ver
qué dar de sí al nuevo día,
hasta dónde tensar hoy la 
paciencia, uno junto al otro, 
y en el uno para el otro, y en
el no poder parar de mover, 
unidos quedan todos, la abuela, 
el abuelo que todavía duerme, 
el cochecito, y los nietos.

Y mamá ya se ha ido, que el
sustento y el devenir de los 
tiempos son deber de los que
quedan,  y éstos han decidido
que puedan o no, se hará sitio 
a los que vengan, sacarlos 
adelante, incluso sin verlos,
porque en otro país separados
vivieran, que ya se  hicieron 
las cuentas y llega, que a su 
modo de ver, y esperan se les
entienda, si es el caso, los padres
hacen saber, que nunca son
bastante viejos los abuelos, para
seguir atendiendo, que subordinado
está su derecho, y en el acaso de 
que la inercia sea guía, o en otras
circunstancias, ingresos, otros
padres y abuelos, distintos o 
iguales a éstos, no siempre se
concilia si puede envejecer un
abuelo o debe seguir creciendo;
aunque quieran, y los quieran, 
que es esta historia la de unos, 
mayores, cansados,  en el temor
de necesitar a su vez cuidado,
para los que la prisa no encuentra
el momento de parar, y preguntar
de dónde sacan las fuerzas,  para
abrir cada día la puerta.



Resultado de imagen de fotos abuelos blanco y negro