http://www.youtube.com/watch?v=0ktVCqH9HfA
Si pudiera ir en el tiempo,
llegar a verme a mí mismo,
de pequeño; si fuera creíble
ese día, si fuera factible el
invento, después de mil
laberintos, daría el contigo,
conmigo, y mudas las palabras,
sobrarían todas las miradas si
al otro universo, que en mis
ojos sólo cabría una imagen, la
de tu ser pequeño.
Que es racional sentimiento,
querer tocarte, acercarme a ti,
en silencio, soy el desconocido,
que llega del misterio, y puede
asombrar, compartiendo
recuerdos, de cosas de las que
no sabías que yo tuviera el
poder de saberlo, y de otras,
que ya no tienen remedio,
de la mágica luz que nos
empuja a tomar la amistosa
mano que te tiendo, en la que
tú confías, y que te lleva seguro,
a cruzar la vía; de la complicidad
de la sonrisa a medias, de la
calma e inexistencia del miedo,
sin que ninguno cuente secretos,
sin yo creerlo, ni tú entenderlo,
en la duda de quedarme en tu
vida, o pensar en volver otro día;
que no espero preguntas, que
no traigo respuestas, que de
un futuro ya cierto vengo,
que soy el que no conoces y
quieres seguir viendo, el
extraño del regalo que no
ha tenido que envolverlo.
Sé que quiero, sin saber si
debo, pero puedo asegurar
a tus ocho años, que sea
cual sea la necesidad, no
me llamarás, que en tus juegos,
y entre tus amigos, nada malo
pasará, tan sólo irás creciendo,
vivirás, rodeado de fantasías que
no se cumplirán, y no serás
millonario, ni todo será dinero
que vaya a parar al pastelero,
ni todo en la vida serán regalos,
ni serán las más bellas princesas,
las que vivan tus cuentos, que
sin haber nacido todavía, está
al fin a mi lado, la compañera
que completará tus sueños, que
en tu ser despistado, darás de
nuevo con ella, diez años después
de conocerla.
Mas quiero que sepas, que
hay otros mundos, y por
azar, vivirás tú en uno
primero, en el que no hay
desdicha, ni dolor, ni
enfermedad que no se
atiendan, y desde el valor
que da el amor, recordarás
al caminante en el tiempo,
que un día llegó y entregó
una sorpresa, el juguete
de una frase, que vale más
que mi presencia:
No temas, pequeño viajero,
que sin tener yo que estar,
ni de la mano llevar, todo
te respetará, al menos,
cincuenta años más.